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Cómo estamos y de dónde venimos
Hasta la actualidad, la oferta asistencial del sistema de salud argentino se componía de una modalidad netamente presencial.
Este esquema implica el encuentro físico entre el médico y el paciente como esencia fundamental de la consulta médica.
La emergencia de una pandemia como el COVID-19 y las diferentes recomendaciones de aislamiento domiciliario generaron una demanda de teleconsultas como una modalidad de atención médica para las siguientes situaciones:
- Primer acercamiento al paciente con síntomas compatibles, para definir testeo, eventual manejo posterior y poder registrar en forma adecuada los datos epidemiológicos.
- Seguimiento de pacientes:
- Bajo riesgo en el domicilio.
- Monitoreo o seguimiento de contactos.
- Síntomas dudosos.
- Sin COVID-19, pero con patologías crónicas, que son justamente los de mayor riesgo.
Es una nueva modalidad, que venía desarrollándose lentamente y que no se implementaba plenamente por una serie de limitaciones, técnicas, legales, económicas y culturales.
Esta situación de emergencia generó cambios profundos y rápidos en la manera de relacionarnos entre las personas. Requirió adaptaciones en la forma de trabajo, educación, ocio, deporte. Y para la atención médica se fueron desarrollando diferentes instrumentos y dispositivos con mayor o menor complejidad para la asistencia de estos pacientes. Estos son algunos:
- Herramientas de reporte de síntomas como la aplicación COVID-19 —desarrollada por el Ministerio de Salud de Argentina.
- La consulta telefónica de síntomas a través del 107.
- Sistemas de teleconsultas de los diferentes sistemas de salud y financiadores.
- Sistemas de atención de salud mental para la crisis que genera el confinamiento en los domicilios.
- Espacios para los trabajadores que se encuentran en una alta demanda y situaciones de stress sostenido.
En nuestro país hay herramientas de telemedicina en uso desde hace años, implementadas específicamente para áreas remotas, como mineras o para la realización de interconsultas entre especialistas y generalistas en zonas geográficamente alejadas.
La motivación de estas recomendaciones es que a partir de experiencias propias y ajenas, pueden realizarse en un ámbito seguro que genere los mejores resultados.
Recomendaciones para tus Teleconsultas
#1 La persona más importante de la habitación es el paciente.
Esto aplica para cualquier paciente y en cualquier habitación, aún la virtual. Eso incluye a los posibles acompañantes del paciente. Tatl como sucede en una consulta presencial.
#2 Presencia y ropa adecuada.
La higiene y vestimenta deben estar al mimo nivel que tendríamos en una reunión presencial. Normalmente solo se ve de la cintura para arriba en las teleconsultas así que, si te querés dar el permitido de tener algo más cómodo en el resto del cuerpo, ¡adelante!
#3 Pactar el día y horario.
Cumplilo y hacelo cumplir. Asegurate de tener presentes las consultas confirmadas usando una agenda o un programa que te lo recuerde.
#4 Ambiente cuidado.
Debería imitar la privacidad de un consultorio, en una habitación dedicada.
Evitá la música y sonidos de fondo.
Elegí una iluminación frontal que muestre tu rostro. Evitá la luz desde atrás.
#5 Equipo adecuado.
Asegurate una conexión estable a internet. Si es por WiFi, que el dispositivo que emite la seña esté cercano. Evitá que otros dispositivos conectados a la misma red usan aplicaciones de alto consumo como ser videos, películas y series.
Que el equipo utilizado —ya sea una notebook, tablet o celular, tenga las especificaciones recomendadas por tu proveedor de teleconsultas.
Limpiá la lente de la cámara.
Utilizá navegadores actualizados: Google Chrome, Firefox, Edge o Safari.
Mantené tus programas actualizados y con las opciones de seguridad adecuadas —anti-virus y anti-malware, y cerrá todos los programas que no sean necesarios para atender la teleconsulta.
Preferentemente, usá auriculares con micrófono —la mayoría ya vienen integrados.
Tené a mano un celular o teléfono para poder retomar la conversación por otra vía en caso de que la conexión se caiga.
#6 Estate al tanto de los requerimientos de la plataforma con la cual realizarás la teleconsulta.
Si tenés que pedirle al paciente que descargue un software o app en su dispositivo, recordá hacerlo con la anticipación adecuada.
#7 Solicitá al paciente en forma previa que tenga fotografías o digitalizaciones de los estudios y que te los envíe con anterioridad.
Si es necesario que el paciente se haga controles o monitoreos antes de la consulta —como presión, controles de glucemia, o actualizar el registro donde los almacena y te los comparta, solicitalo con un tiempo prudencial, como ser el día anterior.
#8 Recordá llevar un registro adecuado de la consulta.
Este registro deberá cumplir las normativas y leyes vigentes sobre la historia clínica.
#9 Tené presente las limitaciones de una teleconsulta y evitá las situaciones extrañas.
En la comunicación previa, detallá estas limitaciones.
En caso de detectar una situación de emergencia que requiere un examen físico presencial o haya algún síntoma o signo de alarma, activá el sistema de emergencia adecuado —107, 911, o el del sistema de salud del paciente.
No tomes capturas de pantalla de imágenes o lesiones que te muestre el paciente por su cámara ya que no suelen tener una buena calidad. Para algunas situaciones se puede solicitar al paciente o a alguna persona que lo acompañe que saque una foto de buena calidad y la comparta por email.
Si es necesario interrumpir la teleconsulta o reprogramarla para tener más información, acordalo con el paciente.
#10 Resumen de la teleconsulta por email.
Una buena práctica es enviar un correo con el informe de la teleconsulta, las recomendaciones y las prescripciones de estudios y tratamientos una vez finalizada la misma. También podés aprovechar este punto de contacto para acordar la fecha del próximo encuentro.
Esperamos que este resumen de buenas prácticas para tus teleconsultas te ayude a ir mejorando la experiencia de las mismas tanto para vos como para tus pacientes.
En caso de que quieras aprender a hacer dictado de voz en las notas de tus historias clínicas, podés ver lo sencillo que es haciendo clic acá.
Referencias
Sapira’s Art and Science of bedside diagnosis.
Virtually Perfect? Telemedicine for COVID-19 Judd E. Hollander, M.D., and Brendan G. Carr, M.D. DOI: 10.1056/NEJMp2003539.
COVID-19 and Health Care’s Digital Revolution Sirina Keesara, M.D., Andrea Jonas, M.D., and Kevin Schulman, M.D. DOI: 10.1056/NEJMp2005835.
ANEXO I 1° Recomendación para el uso de la telemedicina – resolución nº 21/2019, artículo 5° encuentro entre el profesional de la salud y el paciente utilizando las tecnologías de la información y comunicación en tiempo real.
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